Uno sólo, esa es la clave. No cambiarse. Tener un referente base. Un cronometrista de confianza para ratificar las bases. Los favoritos, en un 80% son los que ganan. Suerte dentro de una disciplina. Y sobretodo, pasarla bien sin que ello implique regalarle nuestro dinero al banquero, que vive de nuestro vicio o pasión.
La amenaza: el dato de última hora que contraviene nuestra previa selección. El rumor en la tasca momentos antes de apostar. Jugar varios bajo la creencia falsa que con ello aseguramos el triunfo: esa dispersión es contraproducente.
La lógica: no siempre se da pero con la lógica juega el 90% de los jugadores de caballo. ¿Porqué entonces contravenirla?
Lección: luego que ocurre la carrera nos volvemos repentinamente sabios y descubrimos el "método secreto para ganar". Sólo que la semana que viene no resulta el "método" y volvemos a cambiar de "método".
Morir en la propia ley. Ser constante en una metodología que se evalúa y perfecciona semana tras semana. Reparar "la variante" que estamos usando cuando los resultados negativos estén por encima de los positivos.
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