En su libro “The Paradox of Choice“, Barry Schwartz llega a una conclusión acerca de las decisiones humanas:
“La gente no elige basándose en lo más importante, sino en lo que es más fácil de evaluar“.
El sentido común indicaría que si nos dan un listado de opciones, elegiremos la más importante para nosotros, cuando en realidad los humanos usualmente eligen la opción que comprenden como la más fácil de evaluar. Lo hacemos frecuentemente porque no tenemos el tiempo para realizar la investigación necesaria como para tomar una decisión bien informada. En una elección política, rara vez la mayoría de la gente ha investigado las propuestas y la reputación de los candidatos antes de votar. En cambio, los ganadores son elegidos por el hecho de que la gente se identifica con su discurso, o porque han escuchado de ellos previamente.
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