INFORMACION (Ley de Probabilidades) En Venezuela el apostador juega "con la información", es decir, depende de los dateros, toma tiempos y otras especies, y no repara en gastos para conseguir la formula mágica para acertar, aunque casi siempre pierde. Mi datero soy yo mismo, pero para tener "confianza" en mis decisiones tengo que estudiar y profundizar en las centenares de variables hípicas y extra hípicas que se suscitan en cada carrera, y esto amerita tiempo, metodología y disciplina.
RIESGO (Para ganar mucho hay que arriesgar fuerte) Jugar caballos es para gente con plata, los pobres son mirones de palos. Los caballos han arruinado y perdido a millones de personas y familias. El que apuesta tiene que saber de antemano que lo más seguro es que vaya a perder. Esto es un negocio que hace que la casa siempre gane. Los buenos jugadores juegan porque pueden hacerlo y calculan los riesgos. El que juegan con miedo a perder, siempre pierde.
PASION (El fuego interior, la fe del apostador) El que cree en los caballos y sus apuestas es un "apasionado racional", no un loco e irresponsable. Vive con fe esa peculiar misa siguiendo sus ritos y creyendo en su propia salvación. Los que juegan sin fervor no son hípicos, sólo huéspedes circunstanciales.
SUERTE (La mano de Dios que ningún humano controla) La suerte es algo caprichosa pero con nuestras buenas o malas decisiones podemos ayudarla. Para ganar, hay que tener suerte.
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