En Santa Anita Park, el mismo escenario donde una semana atrás Misremembered ganó el Santa Anita Handicap (G1), otro hijo de Candy Ride se adueñó de los aplausos.
A la sombra del Santa Margarita Invitational (G1), con regreso de Zenyatta (Street Cry) incluído, se corrió allí el San Felipe Stakes (G2-1700 m), donde Sidney’s Candy dio una clase de talento y se trepó a la cima entre los potrillos que actúan en el circuito de California.
En rigor, no fue sorpresa lo del alazán, que venía de imponerse en el San Vicente Stakes (G2). Tomó a la perfección el ascenso de los 1400 a los 1700 metros y ratificó sus pretensiones de llegar al Kentucky Derby (G1), primera escala de la Triple Corona local.
Sidney’s Candy ganó en el mejor de los estilos: de punta a punta. Rápido de abajo, asumió el liderazgo rápidamente y con parciales moderados de 24s1/5, 48s2/5 y 1m13s2/5 construyó su victoria, esa que se daba por descontada cuando al dejar el codo aceleró hasta acumular tres cuerpos de ventaja. Luego, ya más relajado, aminoró la marcha y le permitió a Interactif (Broken Vow) escoltarlo desde tres cuerpos.
“Habíamos hablado con John -por Sadler, el entrenador-, de correr adelante, que se relaje y rematar temprano. Era un salto grande en la distancia el que enfrentaba; lo más llamativo fue cómo se relajó. Sabíamos que teníamos un caballo de clase, y lo de hoy -por ayer- fue impresionante. Tiene el carácter de un caballo viejo”, comentó el jockey Joe Talamo.
Por su parte, Sadler expresó: “Cuando vi los parciales me quedé tranquilo. Ahora la idea es correr el Santa Anita Derby (G1) -el 3 de abril-, pero habrá que ver en qué forma sale de esta carrera. Mi táctica siempre fue trabajar paso por paso”, definió.
Sidney’s Candy, cuya madre, Fair Exchange (Storm Cat), fue la única cría que dejó la estupenda Exchange (Explodent), lleva ahora tres triunfos en cinco presentaciones y premios por 223.560 dólares.
Candy Ride, en tanto, sigue brillando en los circuitos más exigentes de los Estados Unidos. Otra muestra de su generosidad.
A la sombra del Santa Margarita Invitational (G1), con regreso de Zenyatta (Street Cry) incluído, se corrió allí el San Felipe Stakes (G2-1700 m), donde Sidney’s Candy dio una clase de talento y se trepó a la cima entre los potrillos que actúan en el circuito de California.
En rigor, no fue sorpresa lo del alazán, que venía de imponerse en el San Vicente Stakes (G2). Tomó a la perfección el ascenso de los 1400 a los 1700 metros y ratificó sus pretensiones de llegar al Kentucky Derby (G1), primera escala de la Triple Corona local.
Sidney’s Candy ganó en el mejor de los estilos: de punta a punta. Rápido de abajo, asumió el liderazgo rápidamente y con parciales moderados de 24s1/5, 48s2/5 y 1m13s2/5 construyó su victoria, esa que se daba por descontada cuando al dejar el codo aceleró hasta acumular tres cuerpos de ventaja. Luego, ya más relajado, aminoró la marcha y le permitió a Interactif (Broken Vow) escoltarlo desde tres cuerpos.
“Habíamos hablado con John -por Sadler, el entrenador-, de correr adelante, que se relaje y rematar temprano. Era un salto grande en la distancia el que enfrentaba; lo más llamativo fue cómo se relajó. Sabíamos que teníamos un caballo de clase, y lo de hoy -por ayer- fue impresionante. Tiene el carácter de un caballo viejo”, comentó el jockey Joe Talamo.
Por su parte, Sadler expresó: “Cuando vi los parciales me quedé tranquilo. Ahora la idea es correr el Santa Anita Derby (G1) -el 3 de abril-, pero habrá que ver en qué forma sale de esta carrera. Mi táctica siempre fue trabajar paso por paso”, definió.
Sidney’s Candy, cuya madre, Fair Exchange (Storm Cat), fue la única cría que dejó la estupenda Exchange (Explodent), lleva ahora tres triunfos en cinco presentaciones y premios por 223.560 dólares.
Candy Ride, en tanto, sigue brillando en los circuitos más exigentes de los Estados Unidos. Otra muestra de su generosidad.
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