DECALOGO DEL BUEN APOSTADOR EN VENEZUELA
Dedicado al Dr. Eduardo Espinoza, amigo y apasionado de las tardes hípicas
1) El “deporte de los reyes” es eso, para reyes, jeques y millonarios que pueden invertir y “botar” fortunas y siguen tan felices, mientras que para nosotros “simples mortales”, sino medimos bien nuestra pasión por las apuestas, pues quedaremos arruinados. Juegue comedidamente, lo que sus finanzas le permitan.
2) Dice nuestro buen amigo “El León”, uno de los mejores pronosticadores en la red, que hay que jugar en muy pocas carreras. Aunque aquellos que no se pueden controlar y juegan en todas, la recomendación es jugar muy pero muy poco dinero, sólo para “verla”. La única forma de ganar es jugar un “clavito” o hasta dos, no importa que pague mínimo. Usted le juega 200.000 Bs. y estaría cobrando 120.000 o 100.000 Bs. Si ganó, no tiente a la suerte. Y si le ganan los dos clavitos serían 240.000 o 200.000 Bs. Es sencillo, sólo hay que tener suerte y disciplina.
3) Hay que jugar al jinete y no al caballo. En Venezuela los cinco primeros de la estadística se llevan en promedio el 70% de las carreras en cada programa. La cuestión es: ¿cuál de los cinco va de frente? Normalmente hay que seguir a los jinetes enrachados y tener un olfato especial con las montas de Jaramillo y Santiago, sobretodo, cuando montan caballos que no son los primeros favoritos.
4) No juegue debutantes, a menos que haya hablado con el caballo y éste le haya dicho que es un crack y no pierde la carrera. Si el debutante corre con una cuerda de mantungos y trabajó super bien, arriesgue algo, sólo así valdría la pena jugar un debutante, o en aquellas carreras en que el debutante tiene un buen pedigrí y nadie le otorga ningún chance, en estos casos, representan los mejores batacazos.
5) Saber la condición física de un ejemplar antes de la carreras es vital; y ésta información muchas veces se le oculta al apostador. El jugador en la mayoría de los casos “juega a ciegas”. Un caballo que haya trabajado bien y posee un buen jinete y sus ratings son elevados, difícilmente pierda.
6) El speed rating es el instrumento más confiable para medir la capacidad de un caballo y sus opciones de triunfo. Es recomendable que el jugador tenga un “banco de datos” sobre las mejores actuaciones que se hayan podido producir en cada programa de carreras.
7) Los puestos de partidas asignados a cada ejemplar influyen en el resultado de una carrera. En distancias cortas e intermedias los puestos de afuera por lo general son mejores que los de adentro y de 1800 mts en adelante los de adentro son mejores que los de afuera.
8) Los caballos en la serie clásica son más predecibles en su comportamiento que los más ordinarios. Trate de jugar a los grandes campeones, son los más regulares y sus actuaciones descollantes nos producen las más grandes satisfacciones.
9) No hay método que valga para obtener el triunfo, cada apostador debe reelaborar sus metodologías de apuesta y de acuerdo a lo cambiante de las circunstancias tomar la mejor decisión posible en el momento de elegir a sus caballos.
10) La buena suerte sólo depende de usted y como diría Savater, en su última novela: “La Hermanda de la Buena Suerte”, ésta no existe para el mundo de los caballos en el sentido de un procedimiento lógico que nos permita ganar en nuestras apuestas, la buena suerte reside en la naturaleza misteriosa de las cosas, y hay más, en realidad ésta consiste en no enterarse uno nunca del momento cuando nos atrapa la muerte, el fin, la desolación. En consecuencia, a vivir, a vivir y vivir. Y los caballos, en el buen sentido de todo lo bueno que tienen, nos ayudan a vivir y disfrutar viviendo.
2) Dice nuestro buen amigo “El León”, uno de los mejores pronosticadores en la red, que hay que jugar en muy pocas carreras. Aunque aquellos que no se pueden controlar y juegan en todas, la recomendación es jugar muy pero muy poco dinero, sólo para “verla”. La única forma de ganar es jugar un “clavito” o hasta dos, no importa que pague mínimo. Usted le juega 200.000 Bs. y estaría cobrando 120.000 o 100.000 Bs. Si ganó, no tiente a la suerte. Y si le ganan los dos clavitos serían 240.000 o 200.000 Bs. Es sencillo, sólo hay que tener suerte y disciplina.
3) Hay que jugar al jinete y no al caballo. En Venezuela los cinco primeros de la estadística se llevan en promedio el 70% de las carreras en cada programa. La cuestión es: ¿cuál de los cinco va de frente? Normalmente hay que seguir a los jinetes enrachados y tener un olfato especial con las montas de Jaramillo y Santiago, sobretodo, cuando montan caballos que no son los primeros favoritos.
4) No juegue debutantes, a menos que haya hablado con el caballo y éste le haya dicho que es un crack y no pierde la carrera. Si el debutante corre con una cuerda de mantungos y trabajó super bien, arriesgue algo, sólo así valdría la pena jugar un debutante, o en aquellas carreras en que el debutante tiene un buen pedigrí y nadie le otorga ningún chance, en estos casos, representan los mejores batacazos.
5) Saber la condición física de un ejemplar antes de la carreras es vital; y ésta información muchas veces se le oculta al apostador. El jugador en la mayoría de los casos “juega a ciegas”. Un caballo que haya trabajado bien y posee un buen jinete y sus ratings son elevados, difícilmente pierda.
6) El speed rating es el instrumento más confiable para medir la capacidad de un caballo y sus opciones de triunfo. Es recomendable que el jugador tenga un “banco de datos” sobre las mejores actuaciones que se hayan podido producir en cada programa de carreras.
7) Los puestos de partidas asignados a cada ejemplar influyen en el resultado de una carrera. En distancias cortas e intermedias los puestos de afuera por lo general son mejores que los de adentro y de 1800 mts en adelante los de adentro son mejores que los de afuera.
8) Los caballos en la serie clásica son más predecibles en su comportamiento que los más ordinarios. Trate de jugar a los grandes campeones, son los más regulares y sus actuaciones descollantes nos producen las más grandes satisfacciones.
9) No hay método que valga para obtener el triunfo, cada apostador debe reelaborar sus metodologías de apuesta y de acuerdo a lo cambiante de las circunstancias tomar la mejor decisión posible en el momento de elegir a sus caballos.
10) La buena suerte sólo depende de usted y como diría Savater, en su última novela: “La Hermanda de la Buena Suerte”, ésta no existe para el mundo de los caballos en el sentido de un procedimiento lógico que nos permita ganar en nuestras apuestas, la buena suerte reside en la naturaleza misteriosa de las cosas, y hay más, en realidad ésta consiste en no enterarse uno nunca del momento cuando nos atrapa la muerte, el fin, la desolación. En consecuencia, a vivir, a vivir y vivir. Y los caballos, en el buen sentido de todo lo bueno que tienen, nos ayudan a vivir y disfrutar viviendo.
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